Podemos decir que todos los espacios tienen Feng Shui, en mayor o menor grado todo el mundo “construye” su propio entorno.
Desde quien levanta una construcción hasta quien compra un detalle coqueto para ese “rinconcito especial” hace Feng Shui.
Que sea un “buen Feng Shui” es otro cantar.
Esto nos define que el Feng shui nos habla de "lugar" y todo lugar tiene unas condiciones per se inamovibles. Las montañas que rodean un lote, sus visuales, la orientación de una casa ya construida, su forma y ubicación, etc. Entonces, cuando hablod de un "buen Feng shui" es haberse amoldado de la mejor manera a las condiciones propias de ese lugar.
Si vamos a diseñar, lograr el mejor emplazamiento de nuestra edificación en el lote, su distribución interna y las "bocas" para recibir la mejor energía exterior, si ya vivimos en el lugar, descubrir y optimizar el potencial intrínseco mediante el manejo del color, objetos y hasta determinar la mejor ubicación de un escritorio para trabajar.
Es claro que todos tenemos una sensibilidad y de manera intuitiva muchos logramos llegar a sentir nuestros espacios armónicos, sin embargo el apoyo de las formulas y directrices basadas en una asesoría de Feng shui puede llegar a catapultar su lugar, y por ende su vida, a que le brinde favorables y proactivos resultados.
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