La respuesta es que si, que el tarot puede predecir el futuro, pero esta afirmación es condicionada.
Condicionada primeramente a que el futuro no está escrito y que se construye minuto a minuto, por la cadena de elecciones del presente, tanto propias como las de otros.
Por lo tanto, lo que el tarot hace es abrir una ventana, en el momento presente, para vislumbrar el escenario construido y el que se está construyendo con todas esas variables ocultas a nuestros ojos (y a veces no tan ocultas) y que permiten vislumbrar esa evolución factible de cualquier situación
Por ello, el tarot, contrario a lo que mucha gente cree, no es un sistema adivinatorio, sino un mecanismo de visualización de las circunstancias, una especie de artefacto que permite ver el futuro más probable.
Un futuro factible basado en movimientos del entorno, entendido como las acciones de otras personas y las condiciones del medio y que están más allá de nuestro control.
Es decir, el tarot nos avisa, expone el escenario armado mediante los pasos propios y ajenos, con las variables y circunstancias que otros ocultan... e incluso las que el mismo consultante no quiere ver.
El tarot además pondrá sobre el tapete opciones, algunas inesperadas que pueden darle salida creativa y positiva a una situación.
Por esta razón, fantásticamente el tarot, siempre muestra una cara esperanzadora, ya que no nos marca un futuro inexorable... ese que nos puede llevar a la derrota aún sin haber dado la batalla, sino un futuro lleno de esperanza y posibilidades.
Aunque claro, el tarot recomendará pero solo el consultante decidirá qué camino seguir.
Comments